La Tanatología Humanista brinda los elementos para acompañar a las personas en sus distintas pérdidas a lo largo de su vida. Ante una pérdida, se genera un proceso de duelo. El duelo –duele-, es un proceso que transcurre desde el instante en que la persona sufre una pérdida hasta el momento en que logra incorporar ésta a su vida presente y futura.
La Tanatología Humanista brinda apoyo ante situaciones de pérdida, facilitando al doliente herramientas para su propio desarrollo personal.
En Tanatología se trabaja con cualquier tipo de pérdidas como:
El acompañamiento Tanatológico Humanista está centrado en la persona y humaniza los procesos del duelo ante la pérdida, es decir, invita al doliente a vivir esa experiencia abriéndose a sus emociones y sentimientos, tocando el dolor para ir descubriendo otros significados de cómo vivir ante esa pérdida.
El proceso del duelo es una respuesta esencial del ser humano ante la inevitable experiencia de la pérdida. La intensidad de la recuperación emocional que tiene la pérdida de un ser querido, hace que el proceso de duelo esté centrado prácticamente en la importancia y vinculación que se ha tenido con la persona en alguna etapa de la vida.
Es importante recordar que el duelo es una respuesta normal a la pérdida y, de algún modo, la mayor parte de las personas necesitan una intervención o consejo de un experto para procesarlo correctamente. Solo un duelo bien realizado supone un proceso de maduración personal, que permite a la persona salir del duelo siendo mejor de lo que era cuando empezó. Por ello, es un error considerar que todos los duelos sean perjudiciales para la persona.