Carl Rogers (1902-1987), creador del Enfoque Centrado en la Persona, establece que el proceso psicoterapéutico está fundamentalmente motivado por el impulso de la persona hacia el crecimiento, la salud y la adaptación. La psicoterapia consiste en liberar a la persona de los elementos que obstaculizan su desarrollo normal.
Este proceso está vinculado a la expresión, clarificación de los sentimientos y a la comprensión intelectual de la experiencia. La comprensión de las circunstancias del presente inmediato de la persona es más importante que su pasado.
La psicoterapia Gestalt es un enfoque no interpretativo, su objetivo es la vivenciación del individuo, ve al ser humano como un todo. Tiene una visión abierta a los nuevos descubrimientos. No genera teorías que etiqueten a las personas sino que las describa con el objetivo de apoyar el crecimiento y el darse cuenta del fenómeno que está ocurriendo.
La psicoterapia Gestalt se ubica en el nuevo paradigma científico, enseña el método fenomenológico del darse cuenta, en el cual percibir, sentir y actuar es distinto a interpretar y repetir actitudes preexistentes. Las explicaciones e interpretaciones se consideran menos confiables que aquello que se percibe y siente directamente.
El objetivo es que los pacientes se den cuenta de lo que están haciendo, cómo lo están haciendo y cómo pueden cambiar, y al mismo tiempo aprendan a aceptarse y a valorarse a sí mismos.
La Terapia Gestáltica proporciona un camino para llegar a ser auténtico y significativamente responsable por uno mismo. Al darnos cuenta somos capaces de elegir y organizar de manera significativa la propia existencia.